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A CADA PASO, UNA HISTORIA

Todas las Silvanas, Silvana.

¿Quién dijo que uno es el mismo para siempre? En lo que lleva de su joven vida, la diseñadora argentina Silvana Barrios multiplicó sus talentos pasando por cocinas, talleres y gimnasios. Mientras estudiaba diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires, trabajó en áreas de ploteo y corte. En paralelo, inició distintos proyectos independientes: diseño de lámparas, producción de velas, encuadernación y confección de papel artesanal. Durante su último año de carrera comenzó a estudiar educación física e inició un curso de fotografía. También se formó en aikido e inició su recorrido como triatleta.

En todas estas búsquedas, siempre vinculadas al arte, los oficios y el deporte, la gran pasión de Silvana fue bocetando un mapa personal: los viajes. En la infancia fueron los imaginarios, surgidos de cuentos e historias escuchada antes de dormir. Cuando pudo hacer equilibrio, llegaron los paseos en bicicleta. Ya de adolescente, la primera aventura con amigas en tren y unos años más tarde, su debut en avión. Al día de hoy, su pasaporte es un arco iris de sellos: lleva recorridos más de 30 países en los cinco continentes.

Su emprendimiento definitivo, Quiero June, tiene que ver precisamente con todo lo que los viajes significan: movimiento, experimentación, transformación y aprendizaje. El emprendimiento de una mujer que diseña para otras mujeres: con paso firme, con valores compartidos y un compromiso con el uso. ¿Y cómo ata Silvana esos cordones, entre el diseño, la confección de un zapato y un destino del otro lado del globo? “El zapato es la pieza que nos saca al mundo todos los días, en la versión única de nosotros mismos con la que amanecemos: a veces alegres, divertidos y curiosos; otras, pensativos o nostálgicos. Nunca tuve miedo al cambio, al contrario… creo que la vida es una combinación de variables que rotan todo el tiempo, se acomodan y finalmente encastran. Por eso para mí el zapato es la mejor metáfora de esa dinámica: se ponen en nuestros pies y nos llevan a donde queremos llegar, siempre dispuestos a desviarse, tomar pasadizos secretos e improvisar el mejor viaje posible… ¡la vida misma!”.

 

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